jueves, 5 de enero de 2017

KNOCK OUT A LAS ENFERMEDADES!!!

Aunque a veces las enfermedades parecieran intrusos infalibles que se alojan en nuestro cuerpo sin la mínima intención de abandonarlo, siempre es bueno saber que el propio cuerpo posee una maquinaria casi perfecta, cuya función será siempre la de defender, prevenir y atacar todos esos agentes que intentan destruir la salud.

Defensas o sistema inmune es su nombre, y si te preocupas porque este se encuentre lo suficientemente fuerte, resulta medular para mantenerte saludable y no caer ante el primer agente patógeno, virus o infección que intente atacarte. la buena noticia es saber que, por fortuna, tener siempre un sistema inmune listo para la batalla depende, en gran medida, de tus hábitos cotidianos. En resumen, modificando costumbres obtendrás defensas más altas para mantenerte sano.



Gracias a sencillos consejos y una vida más saludable se pueden prevenir afecciones que no solo restan calidad de vida, sino que pueden causar un daño irreversible a nuestro organismo.



Buenos hábitos=buenas defensas.

Nuestro sistema inmune se encuentra en constante desafío y lucha en contra del medio ambiente, ya que diversos factores como la contaminación, los químicos tóxicos, las bacterias, los hongos, los virus, las diversas estaciones del año, el estrés, por mencionar algunos, sin dejar de lado los cambios de rutina (horarios de descanso y alimentación) que podamos tener en nuestra vida. Algunos de estos factores no dependen de nosotros, por ejemplo, las enfermedades autoinmunes, los cambios estacionales o la edad. Lo que sí está en nuestras manos es evitar todo lo que baja la guardia en nuestras defensas como una mala alimentación, el humo de tabaco, la cafeína, la contaminación ambiental, el estrés, el sedentarismo y el exceso de ejercicio físico. Evitando lo anteriormente mencionado e incluyendo en tu dieta el consumo de frutas y verduras ricas en antioxidantes, así como complementos nutricionales; podrás mantener y mejorar tu sistema inmune.

Sin bajar la guardia.

¿Cómo sabemos que la guardia de las defensas está baja y que seguramente no estará lista para librarnos de enfermedades? Existen algunos signos fáciles de detectar y que representan una pista significativa para poner atención a tu cuerpo.

Un signo que te puede ayudar a detectar bajas defensas.
  • Fuegos o aftas en los labios.
  • Cansancio mayor al habitual.
  • Heridas que tardan en cicatrizar.
  • Dolores musculares sin la práctica de ejercicio.
  • Cabello frágil.

Dato adicional.
Las grasas en general, disminuyen la respuesta inmunológica del cuerpo, aunque estas también formen parte necesaria de una dieta equilibrada. La recomendación es agregar a la alimentación grasas monoinsaturadas presentes en el pescado azul, frutos frescos, aceite de oliva, girasol o soya.
En MH® contamos con excelentes complementos nutricionales que aportarán a tu cuerpo los nutrientes necesarios para que tus defensas se encuentren siempre en óptimas condiciones, lo que desembocará buena salud para tí y los que te rodean.

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